Lc. 9, 28-36
"Pedro y sus compañeros se caían de sueño y, espabilándose, vieron su gloria".
"Pedro y sus compañeros se caían de sueño y, espabilándose, vieron su gloria".
Se caían de sueño, pero, espabilándose, vieron la gloria de Dios.
Si no la vemos, quizá es
que estamos dormidos; si no descubrimos a Dios en la naturaleza, en el hermano,
en los Sacramentos, es que necesitamos espabilarnos.
Quizá esta Cuaresma sea
el tiempo de despertar para ver la gloria de Dios.
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