martes, 23 de febrero de 2010

EUROVISIÓN UNA VEZ MÁS. Dmp45.

Como ya he contado en alguna otra página de este blog, entre las cosas intrascendentes que me divierten está el Festival de la Canción de Eurovisión. Cada año celebro una fiesta en mi casa para ver el festival, aunque, en realidad, es una excusa, como otra cualquiera, para reunir a los amigos. Y del Eurofestival quiero hablar hoy. Sí, ya sé que a algunos os parecerá una trivialidad que dedique mi comentario semanal a esta cuestión. Sin duda, lo es. ¡Qué le voy a hacer! También me entretengo, de vez en cuando, en cosas no sesudas…

Ayer, TVE celebró una gala para elegir, entre diez candidatos, quién sería su representante en el próximo festival. La gala ya venía precedida por la polémica (alentada por Telecinco) que provocó la descalificación de Karmele Marchante. Me ahorraré cualquier comentario porque sospecho que algún día la tal Karmele recordará todo esto, verá las imágenes, escuchará la canción, y se preguntará cómo pudo dejarse engañar, si acaso nunca tuvo amigos de verdad que la apartaran de todo esto en lugar de empujarla hacia ello. Además, ni siquiera fueron originales, copiaban lo que ya hizo La Sexta en 2008 con el Chikilikuatre.

Pero la gala de ayer no estuvo exenta de polémica. Uno de los concursantes quiso ser él mismo (aseguró que nunca le iban a cambiar) y con palabras soeces y barriobajeras se enfrentó al público que le abucheaba, haciendo pasar un mal trago a la presentadora. ¿Me equivocaré al sospechar que, en poco tiempo, ese muchacho protagonizará algún programa o entrevista en Telecinco?

Televisión Española debe cambiar su manera de tratar el Festival de Eurovisión. Parece mentira que otras cadenas que no cuentan con los derechos de retransmisión puedan sacarle mejor partido que ella, con dignos programas especiales en los que se invita a artistas que en su día participaron en el festival. Pero TVE debe cambiar, sobre todo, su método de selección del participante de cada año. Debe hacerlo por el prestigio del propio festival pero, también, por aquellos artistas, consagrados o no, que ven en el Festival de Eurovisión una oportunidad que, sin embargo, intenta serles arrebatada por el circo mediático.

Si lo de hace dos años no les hizo pensar, lo de este año no pueden dejarlo pasar: ha llegado ya la hora de que TVE reflexione y tome decisiones.

© Luis María Llena.
Barcelona, febrero 2010.

1 comentario:

Año de la fe dijo...
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