Quiero colaborar
en construir un mundo nuevo,
una nueva
sociedad más justa
donde la
honestidad y la honradez sean tan habituales
que los
corruptos hagan el ridículo;
donde la
justicia sea ciega de verdad
y no haga
acepción de personas;
donde la
milicia sea un servicio
en defensa de
la paz y la justicia.
Quiero
construir un mundo nuevo
donde no haya vallas ni alambradas,
donde marchar
a otras tierras
sea un placer
y no una necesidad,
donde los
inmigrantes sean tratados con dignidad,
como iguales,
y no
encerrados en centros que se dicen de acogida
pero son de
reclusión.
Quiero
construir una sociedad
donde la
riqueza esté repartida con equidad,
donde los
impuestos se puedan pagar con gusto
porque su
destino es transparente, honesto y justo,
porque las
regiones más ricas colaboran
gozosamente
en el
desarrollo de las más pobres.
Quiero
construir una nueva sociedad
donde la
vivienda sea un derecho y no un
privilegio,
un país donde
las cárceles rehabiliten de verdad.
Una sociedad
en la que el trabajo
sea un
derecho logrado por todos
y no un
privilegio,
sea una
actividad que ayuda a crecer
y no una
explotación, una esclavitud del siglo XXI;
donde el
trabajo sea un servicio a la sociedad
y no sólo la
manera de sobrevivir.
Quiero
construir un mundo donde la tolerancia
sea el aire
que se respira,
donde el
respeto sea tan habitual
que el perdón
resulte extraordinario por innecesario.
Quiero
derribar todos los muros que nos separan.
Quiero
construir un nuevo país, ¡sí!
Pero no
entiendo que la manera de hacerlo
sea levantando
una nueva frontera.
1 comentario:
Buena reflexión en los tiempos y dias que corren! !!! Eloy
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