He mantenido silencio, tan triste
es todo cuanto me rodea, tan poco hemos avanzado desde el pasado mes de octubre
cuando escribía. Me ocupo en cuanto me ocupa a diario, dejando a un lado las
grandes cuestiones. No miro los noticiarios. Las grandes palabras ya me asustan
si tengo que ser capaz de matar por ellas; ya ni siquiera sabría morir… No
quiero nación ni patria que me lleve a odiar, a golpear… No quiero tener razón,
ya no la busco. He dejado de argumentar porque sé que, llegados a este punto,
los argumentos de un bando no convencerán jamás al otro. Esto es ya una guerra
y en la guerra se dispara sin preguntar si el otro pudiera tener una parte de
razón; no hay tiempo para eso. El otro es el enemigo, eso es lo que está
pasando y eso es lo que no quiero. Cada uno a los suyos se lo comprende todo, se
lo perdona todo… Al otro nada. Y a mí también me ocurre. Y no me gusto. No quiero llegar al odio, no a
la violencia. No quiero y me retiro.
¿Dónde están los responsables de
este desastre? Los de un bando y el otro. ¿Qué monstruo han hecho crecer? Han
alimentado el odio aunque pronunciaran la paz en todos sus discursos. Han
buscado el enfrentamiento aunque se presentaran siempre como adalides del
diálogo. Han jugado con los sentimientos de mucha gente. Han hablado en nombre
del pueblo, pero el pueblo es muchos individuos a un tiempo; afortunadamente,
el pueblo no es una unidad monocromática, hay diversidad de pensamientos, de
opciones… Y, sin embargo, nos han agrupado en dos: o conmigo o contra mí. Y yo
no quiero. Una elección democrática no da derecho a todo, no lo
permite todo. Os elegimos para la paz, no para la guerra. Al menos yo, yo no os
elegí para la guerra. Y no la quiero.
No hemos avanzado nada en el último
año. Yo sé a quién hago responsable en mi interior, pero he escogido el
silencio. Algunos me llamarán cómplice. No lo creo. Yo sé bien lo que pienso,
pero renuncio al debate que a nada conduce, que a nadie convence más que a los
propios. Lo siento. No me llaméis a filas, que yo no quiero ir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario