Es verdad que los
poderosos prestan algunas ayudas, pero frecuentemente a un alto costo. En
muchos países pobres las ayudas económicas de algunos países más ricos o de
algunos organismos internacionales suelen estar vinculadas a la aceptación de
propuestas occidentales con respecto a la sexualidad, al matrimonio, a la vida
o a la justicia social. Esta colonización ideológica daña en especial a los
jóvenes. Al mismo tiempo, vemos cómo cierta publicidad enseña a las personas a
estar siempre insatisfechas y contribuye a la cultura del descarte, donde los
mismos jóvenes terminan convertidos en material descartable.
(Papa
Francisco. Christus vivit. Número 78)
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