Yo
había dicho y escrito en varias ocasiones (algunas en este mismo blog) que no
se me buscara en Facebook ni en Twitter, que yo no los necesitaba para nada.
Pues bien, ya estoy en Facebook y en Twitter. No sé si decir que he sucumbido o
que he rectificado. La cuenta de Facebook me la abrí el curso pasado para poder
seguir el Facebook de mi escuela y el Twitter me lo acabo de hacer para poder
seguir a un buen amigo, cocinero de profesión, que va piando todos los lugares
donde come o cena y encuentra algo digno de contar.
Puedo
justificarme ante mí mismo diciendo que he accedido a esas herramientas cuando
las he necesitado o me han sido útiles para algo en concreto. A pesar de ello,
reflexiono y creo que mi actitud es paradigmática, al menos entre quienes ya
tenemos una cierta edad: nos negamos a asumir los cambios y exageramos las
dificultades o los peligros. Así me ocurrió a mí con Facebook y a lo que
escribí me remito, porque no creo que haya dejado de ser verdad. No obstante,
sin negar aquello, ahora soy capaz de descubrir también las ventajas y las
utilidades.
Al
final, es lo de siempre, algo que deberíamos recordar: la ciencia y la técnica
por sí mismas no son buenas ni malas, lo será el uso que cada uno hagamos de
ellas.
LuisMaría@luismariallena
No hay comentarios:
Publicar un comentario