La juventud no es algo
que se pueda analizar en abstracto. En realidad, “la juventud” no existe,
existen los jóvenes con sus vidas concretas. […]
Jóvenes de un mundo en crisis
[…] «muchos jóvenes
viven en contextos de guerra y padecen la violencia en una innumerable variedad
de formas: secuestros, extorsiones, crimen organizado, trata de seres humanos,
esclavitud y explotación sexual, estupros de guerra, etc. […]
Muchos jóvenes son ideologizados, utilizados y aprovechados como carne de cañón
o como fuerza de choque para destruir, amedrentar o ridiculizar a otros. […] Todavía
son «más numerosos en el mundo los jóvenes que padecen formas de marginación y
exclusión social por razones religiosas, étnicas o económicas. Recordamos la
difícil situación de adolescentes y jóvenes que quedan embarazadas y la plaga
del aborto, así como la difusión del VIH, las varias formas de adicción
(drogas, juegos de azar, pornografía, etc.) y la situación de los niños y
jóvenes de la calle, que no tienen casa ni familia ni recursos económicos». Cuando además son
mujeres, estas situaciones de marginación se vuelven doblemente dolorosas y
difíciles.
(Papa
Francisco. Christus vivit. Números
71-74)
No hay comentarios:
Publicar un comentario